Un llamado a la oración
TENGO una pregunta que hacerte. Está contenida en una palabra: ¿ORAS? Sola La pregunta es una que nadie más que tú puede responder. Ya sea que asistas o no al culto público, tu ministro lo sabe. Si tienes oraciones familiares o no, tus familiares lo saben. Pero si oras en privado o no, es un asunto entre tú y Dios. Te suplico con todos los afectos que atiendas el tema que te traigo. No digas que mi pregunta es muy cercana. Si tu corazón es recto ante los ojos de Dios, no hay nada en él que te haga temer. No desactives mi pregunta respondiendo que dices tus oraciones. Una cosa es decir tus oraciones y otra orar. No me digas que mi pregunta es necesaria. Escúchame durante unos minutos y te mostraré una buena razón para preguntarlo. - el Autor
Autor
J. C. Ryle
Editorial
Editorial Evangelio