Los Latidos del Santo
Qué movimiento fue aquel cuando el bendito Espíritu Santo, movido por una compasión infinita, descendió y recogió en sus brazos a este mundo azotado por el pecado y lo revoloteaba con una carga indescriptible. La carga por un mundo moribundo no ha desaparecido, sino que se ha transmitido, en cierta medida, a aquellos que han sentido con fuerza el llamado de Dios sobre ellos. Santos hombres de Dios han venido caminando encorvados bajo el peso inconmensurable de la Palabra Divina y de una Obra Exigente. Han venido atravesando el tumulto de sus tiempos, la voz de Uno clamando en el desierto. Tales hombres han sido declarados la escoria de una palabra indigna de ellos, derramando sobre sus propios corazones una carga repugnante de desprecio y condenación por su propia indignidad e ineptitud. - el Autor
Autor
Keith E. Knauss
Editorial
Editorial Evangelio